viernes, 15 de diciembre de 2017

Soledad

Soledad, repite la noche 
cuando la quietud convive con la ciudad que duerme 
y nosotros nos miramos sin vernos, 
nos sentimos sin tenernos, 
nos deseamos sin merecer.

No es tan loco cuando lo pienso; 
cuando reconstruyo caminando a contramano 
la senda tapizada de estupideces 
que nos llevó a este lugar; 
la cordialidad expansiva, 
las metáforas que quieren decirse en voz alta 
pero se callan,
tu sonido repiqueteando en mis mejores recuerdos 
y la duda siempre albergada en tu cama. 

Que inteligentes, 
que maduros, 
que sabios al poder seguir uno enfrente al otro, 
viéndonos sin mirar, 
sonriendo mientras  la  historia 
que pudo ser se cuenta en canciones y letras , 
en el refugio de las imágenes atesoradas, 
en eso que aún me preguntan 
y le atribuyo a las musas.

Sé que aún nos queda una promesa, 
un libro varado entre tantos otros, 
una letra hebrea que lo sintetiza, 
la fidelidad que nunca será nuestra aliada, 
los acordes que la luna dicta, 
y la torpe perorata que mis manos claman.

No hay razón que razone con el tiempo, 
con la disonancia, 
y la desincronización de nuestro pasado, 
con mis sueños reteniendote 
y tu voz al teléfono aliviando mis pecados.

Fuimos hechos para la vida, 
para otros que no nos pertenecen, 
para la musa que se expresa en una canción 
y la verdad que se tergiversa en palabras, 
somos la decisión mejor tomada 
y al mismo tiempo dolorosa, 
tu agónica mirada al ver que ya era tarde  
y mi pobre intento de remediarlo meses más tarde.

Huelo el café, 
el viento susurrando, 
Nietzsche que nos tienta desde un libro 
y Neruda que me balbucea poesías, 
un Mediterráneo con aroma a oriente medio 
y el bendito disco de Mile Davis sonando en el pasado.

La madrugada trae 
el roció de la lluvia acunando azahares, 
una mariposa que retuviste como tuya 
y un prisma fulgurante que te asusta con cada palabra.


Soledad, 
mi soledad , 
la tuya, l
a que decidimos ecuánimes acompañar con otros cuerpos, 
la que nos mostró muy jóvenes 
cuan equivocados en un futuro estaríamos , 
la eternidad que nos niega 
dos palabras 
y nos regala mil abrazos.

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