Fui hoja estremecida
el grito ahogado, el dolor sin rostro
la marioneta de carne, el alma muerta en vida.
Fui la imagen reflejada en el espejo roto
la silla solitaria
la música de otros que baile sin sentirla mía.
Fui el llanto de la tierra en tormenta de verano
la fiera indomable detrás de barrotes de oro
la certeza de un ser que no responde a ese prefijo impuesto.
Fui ese raro espécimen
digno de un museo pero no de su compañía
las ganas de desatarse , correr, de ser viento y pájaro
la penitencia del deber, de la inquisición y el vestido con
que los complazco.
Fui poesía en movimiento desgarradora y trágica
la historia que se repite, durante siglos, en otras
latitudes,
pero siempre con las mismas caras
Fui ella antes de existir, como ella soy yo enfrente al
espejo
bajo el agua
flotando en la paz y la quietud que solo seis pies de tierra
separan.
Fui dolor, desarraigo, el ser sin ser,que en la hoguera de los años, ardió para renacer
en arte, en árbol florido, en conciencia y amor
en la eternidad sin olvido de quien a pesar de todo lucha
por mantener intacto el corazón.
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