https://www.youtube.com/watch?v=DEC8nqT6Rrk&list=RDEM0oHMqbcZ6-H-ZGYZ0dLITw&index=2
Esto es ya parte de un clásico, algo invariable y repetible,
la perfecta conjunción, de mi cansancio, de mi hastió y el sonido de los
vientos flotando en la atmosfera, para que mi cuerpo destruido y agotado pueda
al fin descansar y el tirano habitante de mi mente por fin de su brazo a torcer
y deje de repetir otra y otra vez las palabras y las acciones del día y días pasados.
Es el , el maldito y dictador insomnio, que apoderado de mi cuerpo y de mi
mente corrompe a uno para castigar al
otro, al que mañana seguirá en pie cuando mi mente se resista a proseguir,
ella extiende sus penas al papal, y me
habla en susurros mientras yo pretendo que no perdí la cordura, la cual huyo
hace tanto que no recuerdo como es conservarla. Las noches siempre son largas y
el descanso escaso, pero mi cuerpo lo pide, y yo simplemente quisiera rendirme,
dejarme abrazar por las notas de Miles que resoplan en los parlantes, dejar que
el platillo rítmico de la batería reanime sobre mi piel aquellos acordes con
los que súper vibrar alguna vez, y la
oniria lujuriosa no traiga mas fantasmas del pasado, para simplemente regocijarse
en el presente cierto y el futuro vaho. El jazz suena, mis manos tipean, mi
cabeza vuela, mi cuerpo difícil mente se sostiene y mis ojos te buscan entre
las letras con la que contamos esta clásica historia que a veces parece no
tener fin
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