Supongo que no estaba tan lejos, que las letras de esta
virtualidad compartida no son las únicas que afloran en mí.
He pausado una carta llena de dolor, he vuelto a escribir
con tinta sobre una anacrónica página con renglones marcados como los de la
infancia, he vuelto a llorar en silencio con lágrimas de letras, que
transformado en color mis dolores, he sonreído sin querer, he escondido mis agonías
y aun así no te escucho llegar. Anoche estire mi mano en un sueño como para
acariciar tu rostro y no pude, como si estuvieras prohibido para mí, como si este
ser monocromático y doliente que se acuna como un insensible ser por fuera que
guarda y acumula sus dolores no fuera digno de ti, y sin embargo yo solo
necesito un esbozo de sonrisa, una media palabra dicha entre dientes, la
certeza de saber que tú me sabes , esa doliente mirada que todo lo ve, pero
todo lo calla, el dejo azulino con tintes de fruta y ritmo de balad pop, que
mitiga ese hastió, que aun si todo es azul me dibuja una sonrisa con sabor a arándanos,
con aroma a magnolias y atardeceres purpuras. Sé que mis manos jamás llegaran a
ti, que mis letras no te merecen, que mis dolores solo yo los puedo curar, pero
aun así , a las noches cuando sueño tu rostro reconforta la tortura que es
vivir cada dia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario