martes, 22 de marzo de 2011

Posesion

"La expectativa aumentaba, ella miraba la puerta, mientras nadie la controlaba fisgoneaba detrás de los cortinados de la sala que daban a la calle para ver si el mensajero llegaba, y todo por que, nada mas y nada menos por sus cartas, él escribía de una forma celestial y en su solitario mundo de mujer "bien", entre modales refinados y estudios de esas cosas que hacen las damas, ella solo quería encenderse en el fuego de la pasión que sus letras embriagaban.

Se preguntaran quien era él, quien era ese hombre que deslumbro con versos y citas de eruditos, los ojos de una pobre muchacha, ese poeta no era mas que un amante de la hermosa escritura, sus palabras no eran rebuscadas brotaban de sus manos dictadas por su corazón y la imagen del recuerdo que ella había sembrado en su memoria; en un catártico frenesí él le expresaba su libido amor en cada carta aumentando el sentimiento acunado en el pecho en la espera de la dulce respuesta.

Ella pensó al conocerlo que las cartas serian simples ejercicios de su rebuscada prosa y la opinión de alguien que disfrutaba de la misma forma en sus cartas.
Se sucedían las  palabras,los versos, las cartas y las esperas, en ella el amor creció y la locura prohibida de entregarse a él, pero ellos no estaban solos, al final no eran la musa y el poeta únicamente sino habían otras dos personas.

El amor se convirtio en culpa, en desesperación y en una asfixiante necesidad de fugarse a vivir aunque sea por unos días lo que las  cartas habían provocado en ellos.
Así lo hicieron, dejando atrás los buenos consejos de la cordura y dejándolos a ellos, se quemaron en el fuego de la hoguera que entre citas y letras las cartas encendieron"

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