miércoles, 17 de julio de 2019

Let me be in words ( para la inspiración, que a veces se rehúsa a aparecer)

Sonaba "#mono" de "#RM " mientras escribía 
https://open.spotify.com/album/0XqAZHNx0xJDObehTI2587?si=BxF5_-bOQeuA2D5OQSQTbw

“una de las sensaciones más desesperantes es la de sentarme frente a la pantalla en blanco y que la inspiración se rehúse a aparecer”

La taza de  té se va enfriando entre mis manos, puedo sentir como la gente a mi alrededor acelera el tiempo, mientras  sentada en un café, mi pausa se alarga esperando tu llegada; el tumulto, las voces , las personas que entran y salen, los amantes disfrutando la proximidad que el frío dicta, las reuniones informales de trabajo, y mi solitario ser inmóvil con la notebook abierta a un lado; la impaciencia lastimando mi ego, al ver el procesador de textos en blanco; mis pensamientos volando tras de alguna mariposa que solo tú puedes ver.
Mis auriculares vibran aislándome del mundo, la página aun en blanco; sigo intentando no huir, no perder la paciencia, no echar todo por la borda, y tú  sigues sin llegar, se te ha hecho tarde, me preocupa tan larga espera, mi té esta frío; voy perdiendo las esperanzas de que tu presencia sea un hecho; creo haber tachado de mi lista, cada una de las cosas con las que te suelo llamar; la música sigue gritando rítmica tu nombre, una carpeta abierta de las tantas contiene imágenes de alguno de mis viajes; otra poesías; los aromas tampoco incitaron tu llegada;  te niegas a hacerte presente; sé que sueles ser muy obstinado; que no soy yo la que estipulo los horarios; pero aun así  necesito la premura de tu arribo.
La angustia empieza a reinar; tengo miedo de haberte perdido, de que la monotonía ociosa del día a día te haya lastimado de un modo irreparable, que te esté perdiendo, que mis manos se olviden de nuestro baile, de lo profundo de nuestra conexión, y una a una las razones comiencen a hacer mella en ti, en mí , en el nosotros que lleva décadas compartidas, en las palabras que supimos escribir al unísono, en la poesía que es nuestra carta de presentación, en las historias y los amores que construimos en estos años; no concibo mi vida sin ti, sin que me hostigues y me expongas, sin esa platica azarosa detonando sin razones. 

Me aterra pensar que sigues sin llegar, que no se  más  como llorar , como amar, como reír, como ser ,  sin ti; que los días terminan extenuando mi cuerpo pero no mi alma, que aun con ojos cansados pretendo encontrarte cada vez que me siento frente a  una hoja en blanco.

Sé que hemos depurado muchos dolores, que ya no es necesario llorar como antes, que el reciclaje es una verdad que esperábamos, y ha llegado; pero igual te extraño, extraño cada encuentro, la necesidad que el alcohol no aminora, el vacío en la boca del estómago, la opresión en el pecho y mi terror de perderte; de que la página se acabe y tenga que dejarte confinado a un Blog que poca gente lee, a ponerte entre la infinidad de caracteres tipeados en las redes sociales, me aterra  que  nos convirtamos en unos y ceros, en dejar de ser analógicos y ceder a la virtualidad.

Una mano se apoya sobre mi hombro, otra  taza de té humeante  saluda donde antes deje la que estaba fría; su voz susurrada aumenta el volumen al sacarme los auriculares, su presencia aminora mi angustia, hablamos de ti, de la sentencia que es que la pagina siga en vacía, y apenas me deja para seguir con el resto de su día , apareces; esculpiendo una sonrisa en mi rostro; las manos se pierden entre las teclas y las palabras; haz vuelto; mi corazón galopa feliz en tu caza, la respiración se vuelve suspiro, el mundo ha desaparecido y las musas que me negabas han vuelto para dejarme ser una vez más en palabras.


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