Se que puedo decirte Pedro, porque tu nombre no debe ser nombrado
así como las paginas que derramadas de letras alguna vez te pertenecieron
eres esa duda inquebrantable y yo soy una fortificación en runas en un páramo oriental.
Me leíste desde el comienzo como una novela de Austen dejándome ser Lizzy desde el comienzo
y yo sigo pretendiendo ser Ana,así no habrá persuasión que nos separe
pero tu eres ese personaje, queriendo ser otro, queriendo volver el tiempo y dejando el campo de batalla.
Se que escuchas mi voz cada noche, cuando lloro en silencio la verdad sin boca que nos une
la improbable certitud de la nada y el enorme vació en el pecho por sucumbir al miedo
y sin embargo muto buscando no ser mas Florentino aunque este se a apoderado de mi cuerpo.
Acaso tanta analogía , tanta palabra prohibida, tanto dolor a causa de una tarde de invierno
no saciara jamas la poesía, no dejar en paz tu recuerdo , no me permitirá destruir las murallas que alguna vez te deje atravesar, para que la musa convertida en mariposa, sepa ser real en nuestra próxima vida.
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