La madrugada tiene esas loca ambicion por retenerte siempre
por habitar la locura convertida en beso que desprende tu boca
alvergando anhelos y despidiendo miedos.
El silencion de la ciudad dormida acurruca mis plegarias
tus manos devotas persiguen caricias tratando de no rendirse
buscando en mi lecho la bendicion que es jadeo
El insomnio casi extinto sucumbe al fin ante el sueño
tus brazos mi refugio favorito, la almohada mas comoda
la sencion de plenitud despues de amarnos y el brillo sutil de amor en tu mirada
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