
El arte... es mi razón, mi brújula, el solitario y estoico Faro que ilumina mi camino, la canción que suena en la Radio desde los suaves acordes de Drexler y las lágrimas que corren por mi mejilla al tratar una vez más de agradecerle; a esta Quimera fantástica, a mi vivir, a mi amar, a mi decir, a mi libertad pura y pacifica ondeante en el viento, un simple tributo a aquello gracias a lo que vivo y de lo que nunca pensé vivir.
lunes, 21 de noviembre de 2022
Te extraño
Te extraño
Te extraño, como extraño que mis manos discurran sobre una hoja en blanco desparramando sentimiento sobre valuados, expectante de ser leídos alguna vez, para que así, su derrotero interminable encuentre una morada.
Este sentimiento que me invade sin tapujos, puebla mi soledad con tu rostro; como si tú imagen venerada por miles pudiera devolverle el impulso a mi respiración enlentecida y voluntaria; como si el hecho de sentir lo que no debería, hiciere latir sin pretextos a mi corazón exhausto.
Te extraño, y escribirlo refuerza mis miedos, recordándome lo insignificante de mi condición frente a ti, y aun cuando trato de racionalizar este sentimiento desmedido, no logro controlarlo, no logro que la lógica venza, y atada a una agonía constante; te sueño sin que este permitido; te siento sin que eso sea racional, y cuando las lágrimas caen desdibujando los limitan de mi rostro, siento el vacío, la inmensidad de no ser; y comprendo mi realidad, este ser miserable e invisible, obsoleto, inservible y olvidado en que me convertí; mientras atravesaba el mediocre camino al que llamo vida.
Lo diré por última vez, aun con vergüenza; aun si le parece al observado que no debería; diré que te extraño, y mientras me retiro a refugiarme como una vez dijo Benedetti “a mis lóbregos cuarteles de invierno”, sostendrá como si fuera el ovillo de Ariadne, un desvencijado atisbo de esperanza escondida en un recuerdo creado en mis sueños, que hábito alguna vez en tu mirada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario