
El arte... es mi razón, mi brújula, el solitario y estoico Faro que ilumina mi camino, la canción que suena en la Radio desde los suaves acordes de Drexler y las lágrimas que corren por mi mejilla al tratar una vez más de agradecerle; a esta Quimera fantástica, a mi vivir, a mi amar, a mi decir, a mi libertad pura y pacifica ondeante en el viento, un simple tributo a aquello gracias a lo que vivo y de lo que nunca pensé vivir.
jueves, 13 de febrero de 2020
la esperanzas aún no están perdidas
Quisiera terminar el día, como lo empecé
pensando en un nosotros
que aún no concretamos,
pero presentimos,
con la idea indisoluble,
que en el futuro
aliviaré el pesado equipaje
de mi jornada
en la gloria almizclada de tu mirada.
Mi cuerpo va cediendo
bajo la opresión repetitiva
de la monotonía,
pero aun así
mi mente vuela,
te dibuja,
te reescribe,
te sueña,
te conoce sin verte
y te ama sin saberlo,
porque nada es más real
que ese lugar magnífico
hermoso
conocido y querido,
mi morada ambulante,
mi paraíso errante,
mi asilo favorito,
ahí donde recostada sobre tu pecho
escuchando el suave sonido
de tu corazón palpitante,
pongo entre paréntesis al mundo
a la vida,
porque entre tus brazo,
justo en medio
ajustada en tu abrazo,
se que la esperanzas
aún no están perdidas
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