La noche suena a blues, uno que intoxica y rememora
lúbricos momentos, esos que a la distancia perdemos, que anhelamos en secreto y
callamos por vergüenza.
El viento te trae de nuevo a mi ventana, para que anidado en mis sábanas relates en susurro la gloria compartida, tus manos re dibujando los limites de mi cuerpo, la ropa hecha un lío a los pies de la cama, la música sonando, la penumbra suavizando la atmósfera, el beso pausado infinitas veces, las palabras que sobran y los deseos que se materializan.
El blues me recorre,
explotan en mis manos con lascivas promesas, como las que me llevaron a
naufragar en tus brazos, la melodía que perturba el silencio solitario de la
noche, y la espera interminable que arde en letras por no poder amarnos.
Azul, melodioso persigue mis pasiones avivando el fuego que arde por dentro y explota en caracteres, nada es mas irresistible que este sonido, tu sonido, el agitado jadeo acompasado a una guitarra,los "reyes" amortizando la histeria y nosotros entregados al vaivén delirante de un reencuentro fortuito.
Azul, melodioso persigue mis pasiones avivando el fuego que arde por dentro y explota en caracteres, nada es mas irresistible que este sonido, tu sonido, el agitado jadeo acompasado a una guitarra,los "reyes" amortizando la histeria y nosotros entregados al vaivén delirante de un reencuentro fortuito.
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