Sonrei de nuevo
la verdad es que
vi tus ojos
titilantes mirándome
la curvatura de tus labios
trazando las palabras
tu cabello recién cortado
enmarcando tu rostro
tus manos fuerte y tiernas
recorriendo mi espalda
Y la incontenible sensación
de tenerte a mi lado
dibujo en mis labios
la eterna certitud de lo que
nuestras palabras aun callan.
El arte... es mi razón, mi brújula, el solitario y estoico Faro que ilumina mi camino, la canción que suena en la Radio desde los suaves acordes de Drexler y las lágrimas que corren por mi mejilla al tratar una vez más de agradecerle; a esta Quimera fantástica, a mi vivir, a mi amar, a mi decir, a mi libertad pura y pacifica ondeante en el viento, un simple tributo a aquello gracias a lo que vivo y de lo que nunca pensé vivir.
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