Extraño el calmo resplandor azulado
en que solia sumergirme,
implorando explicaciones,
exigiendo retractaciones.
Ese poderoso oceano que profano
solia dictarme verdades en susurros,
que instigaba mi mosdestia
y peleaba contra las frigidas reglas.
Esa fuente de verdades de muchos
en que tire mi moneda para pedir un deseo,
donde cual Narciso egolatra y vanidoso
me miraba para regosijar mi arte.
El espejo que solia decirme
y aun lo hace
que mis letras son hermosas
para lograr acallarme.
El reflejo del alma del incredulo
que encerrado en el cubo de tortura
vociferaba palabrotas bien dichas
en contra del ser que yo amaba.
Solo hoy entiendo,
su incapacidad de ver ,
y comprender que esa persona
era el objeto de mis deseos ,
por que la podia verlo de carne y hueso,
humano, hombre comun
nada de lo que mis letrasretrataban en versos
Entonces el Rubor en sus mejillas
tras una frase inesperada de mis labios
y mi verdad despues de años
yo amaba el personaje de ficcion
en quien convertia a esa persona
insipida entre mis manos
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