domingo, 8 de diciembre de 2019

No temas


La luna me dicta las palabras que compondrán mi próxima poesía, la siento como habitualmente  se presenta majestuosamente hermosa y melancólica escondida tras unas cuantas nubes, reinando la noche, acompañando mis letras, una a una persiguen mis dedos a sus susurros, la música suena, vibra dentro mío resonando, armonizando cada fibra para que la musa se vuelva verso, esperanza, sonrisa prodigiosa y beso robado.
El sonido de los grillos, el agua que corre y la brisa que canta, me alejan de la ciudad, tras una idea que él planto en mi subconsciente, ella lo sabe, nos conoce, ha velado nuestro insomnio, nos ha regalado la inspiración, y así también nos a presentado a los demonios con los que convivimos.
Tras los trazos opalinos que sus ojos tatuaron en mi recuerdo, persigo mi ignorancia, la falta de expresión, lo acotado de las palabras con las que puedo nombrarlo y ella lo sabe, me incita a buscar la forma, a correr desenfrenada de sueño en sueño tras su caza, tras ese gesto de amor que se refleja en palabras, tras la inequívoca   necesidad de acompañar esta soledad que compartimos a la distancia, no temas pronto llegará mi carta, pronto entenderé su lengua, pronto volveremos a vernos durmiendo una siesta.

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