La clave de Sol
No era un noche común, al
contrario era de esas noches poco comunes que acontecen escasamente al
pasar los años, la luna resplandecía llena por segunda vez en el mes, ellos
llevaban tiempo sin verse, la reunión se había fijado en un lugar
particularmente familiar para ambos, lugar que guardaba su secreto a voces, y
el porqué de todo aquello.
Ella llego unos minutos adelantada, saludo a todo el
personal, por supuesto ya la conocían, se acercó, el dueño un señor bajito y
calvo de mediana edad que solía sonreírle cálidamente, la acompaño a la
terraza, se podía ver el río desde allí y parte de la ciudad, la banda se
preparaba para empezar a tocar, el alago por el broche que lleva puesto despacho rápidamente con
una media sonrisa pasando inconscientemente sus
dedos sobre el mismo.
Los músicos empezaron a tocar unas cuantas canciones
conocidas todas en su distintivo color azul, la guitarra le traía recuerdos de
otras noches, otras lunas, de otros momentos menos tristes y viceversa, pero siempre el mismo lugar; el saxofón en
cierto momento hizo que soltara una lagrima, le pareció estar reviviendo un mal
sueño que no era digno de recordar.
Un mozo se acercó, ya sabía que tenía que traerle, ella
esbozo con dificultad una sonrisa de agradecimiento, él le entrego una nota,
ella la miro de reojo y levanto una ceja, pensando que nada cambiaba con el
paso del tiempo.
La banda seguía manteniendo los acordes, esos que desangran
por dentro al abrir heridas del pasados, con lágrimas retenidas sucumbió al
recuerdo, a la desazón, a la solo para el dejavu se hiciera nítida vivencia.
-Te prometo volver
pronto, son solo unos meses.
-Si, no te preocupes
por mi,...... este lugar es nuevo?
-Creo que si, sabía
que el Blues te gustaba y alguien me lo recomendó, hay una banda que toca en
vivo, ahh si mira ahí están preparándose, quieres sentarte en la terraza ?
-Si, claro... que
linda vista... que hermosa la luna
-Una luna llena
siempre se ve así, siéntate aquí. Que quieres tomar?
-Ya sabes no
preguntes...mira hay un piano..será que
-No no ...sabes que no
-Pero solo esta vez
-Veremos más tarde.....
Algo la volvió en sí, una mano en el hombro , era el mozo,
solo para advertirle que había llamado de nuevo a confirmar el atraso, ella sabía
que era para confirma si ella estaba, tenía el amargo presentimiento que no
vendría, me hubiera llamado a mi pensó, paso su mano por encima del broche,
suspiro profundamente y bebió del vaso que tenía enfrente, la banda seguía desgarrándola
por dentro, hasta que el cantante advirtió al público que ellos descansarían y
que cualquiera podía subir al escenario, "noche de aficionados"
subrayo; ella tomo eso como la ocasión de ir al baño, no tenía ganas de
escuchar a nadie más, ni de lidiar con lo que esperaba inminente.
Se miró en el espejo, buscando las fuerzas para irse antes
que las cosas se le salieran de control, salió del baño convencida que pagaría
su cuenta y se iría, pero no pudo, escucho esa música, la misma, sonando,
camino rápido hacia la terraza, había un hombre sentado al piano de espaldas al
público, tenía la cabeza rapada, las mangas de la camisa remangadas, un
pantalón con tiradores, pero no fue hasta que pudo ver bien el tatuaje en el
cuello, que por fin se convenció que era él; se sentó en su mesa a mirarlo
mientras tocaba y el deja vu volvió.
-Tengo un regalo para
ti
-Un regalo de
despedida, que trágico
-No me hagas reír,
mira...levanta mi cabello ...era por eso que lo deje crecer.
-Un tatuaje? es muy
lindo pero esta escondido... y eso es mi
regalo?
-No, Toma....
La música seso y ella escucho una voz conocida que la
nombraba, abrió los ojos y lo vio, después de todo ese tiempo, después de todo
lo que había pasado.
-No pensé que vendrías, ...que bonito broche, quien habrá
tenido tan buen gusto en comprarlo.
Ella simplemente sonrió, le dio un beso en la mejilla y dejo
que le explicara todo, que hablara, mientras la banda seguía agónica en mi
menor sonando de fondo.
-Blue Moon, blues, vos y yo, mi tatuaje sigue aquí y el
broche lo llevas puesto.... parece que el tiempo nunca paso.
-Para vos tal vez pero para mí sí, las cosas cambiaron, tu
tatuaje sigue así, pero yo puedo dejar esta "clave de sol" sobre la
mesa e irme.
-Lo harías? le dijo con su soberbia habitual de creerse el único
ser importante para ella en la faz de la tierra
-Sí, pero la noche está de más agradable para arruinármela,
miro sin querer hacia el escenario, el volteo la cabeza y ella rectifico la
mirada- Esas son cosas tuyas, desaparecer y volver pensando que nada paso. Le dijo con más
resignación que amargura, y su cara reflejaba los fantasmas que alguna vez curo
sentada en esa misma silla.
De repente el guitarrista de la banda bajo del escenario y
se acercó a la mesa, se presentó, dijo que había escuchado mucho sobre él ,
tomo la mano de ella y fue entonces cuando el vio en el antebrazo una partitura
tatuada, en bemol ; entendió por fin
todo.
Ella se levantó, desprendió el broche y lo dejo sobre la
mesa, luego de darle un beso en la mejilla y susúrrale al oído – No todo es
para siempre.
Y con la "clave de
sol" sobre la mesa viendo como ella se alejaba sin mirar para atrás, por
fin entendió como se siente ser parte de una canción del blues.
Ella solía ir a aquel lugar todas las semanas, buscando consuelo
en los recuerdos que la terraza podía ofrecerle, la vista y la música, la brisa,
cualquier cosas que lo acercara de nuevo a ella, se hizo rutina desde que se
fue; no hablaba con nadie más que con uno de los mozos, llegaba siempre a la
misma hora, escuchaba a la banda, miraba el paisaje, comía de vez en cuando
algo y su mirada parresia siempre perdida sobre el piano.
-Sabes tocar; la interrumpió un día un muchacho, llevaba un
estuche de guitarra en la mano, en ambos brazos tenia tatuados pentagramas,
pero sin ninguna nota en ellos, llevaba el cabello negro muy corto y sus ojos
oscuros se perdían en la noche.
-Te conozco, respondió ella casi despectivamente, mientras
lo miraba colocar sobre su mesa el estuche, y arrastras una silla de la mesa de
a lado, la dio vuelta y se sentó a horcajadas mirándola.
-Creería que sí, vienes todas las semanas, te sientas en el
mismo lugar, no dejas de ver el piano y parece que tienes una buena historia
que contar.
Ella lo miro de arriba abajo, llevaba puestos unos Jeans
gastados y rotos una remera vieja de una concierto y unas All Stard y le dijo- Perdón pero no hablo con
desconocidos
El escondió su sonrisa gesticulo , movió la cabeza para responderle
-Yo diría que me conoces, toco en la banda soy el
guitarrista, dijo golpeando el estuche, veo que sueles mover los dedos sobre la
mesa cuando toco los solos, tocas el piano? podrías hacerlo nuestro tecla dista
está de vacaciones
-Realmente ni sabía que tocabas en la banda, creo que es la
primera vez que te veo, no me gusta hablar con extraños y no, no me gustaría, no toco desde hace más de un
año.
-Uhhhhhh mmmmmm, respiro profundo suspiro, se levantó y tomo
su guitarra y caminando al escenario le dijo -No lo olvidaras, ni sanaras tus
heridas solo escuchándonos créeme
conozco esa mirada... tocar es la única forma de sanarte.
Ella quiso reaccionar pero no pudo, el no solo la había
encontrado con la guardia baja, sino que tenía toda la razón, pero no podía permitírselo, pasó sus dedos sobre el
broche y con un gesto hizo que el mozo le traiga otra botella.
El lugar empezó a llenarse como de costumbre, evito mirarlo
en toda la noche, la banda toco casi dos horas hasta que cuando el vocalista
anuncio el descanso dio un aviso- Mientras la banda descansa, re inauguramos
después de meses la noche de aficionados, con la señorita de la mesa 13
Se sorprendió levanto
la vista y lo vio enfrente a ella-Te prometo no dejarte sola pasar por esto,
pero hazme caso y te sentirás mucho mejor.
No supo por que él hacía eso, pero no se pudo negar todos
aplaudían, la acompaño hasta el piano, abrió la tapa y mientras ella acariciaba
las teclas del mismo acerco un micrófono y su guitarra.
-Cómo te llamas dijo tapando el micrófono.
-Azul, me llamo Azul
Él sonrió,- que propio, destapo el micrófono y anuncio que
la señorita azul tocaría...
-Un popurrí de blues dijo ella, él se sorprendió, se dirijo
a el - sígueme ya sé que las conoces.
Tocaron por más de una hora, ella lagrimeaba en ciertos
pasajes, él traba de tapar los baches en que se secaba las lágrimas.
-Gracias, no lo hubiera hecho si no fuera por ti , cómo te
llamas
-Miles, la cara de ella reflejaba la obviedad de aquel
nombre como la de casi todos cuando lo conocían por primera vez- si ya lo sé mi
padre era muy fanático
-Gracias de nuevo Miles, enserio me siento mejor, ella se
dio vueltas como para que él no la viera llorar, y empezó a alejarse.
-Azul dijo el mientras le toma de la muñeca
Ella se detuvo y se dio vuelta
-No hace falta que me cuentes nada, hasta podría quedarme
callado, pero me acompañarías a comer algo mientras el resto sube de nuevo a
tocar.
-No me puedo negar dijo ella tratando de sonreír con
esfuerzo
-No así no, prefiero verte blue, eres más tú
"Tengo algo para ti" decía el mensaje, él se
sorprendió no esperaba que ella le escribiera un mensaje de esa forma, le
respondió que se verían esa misma noche en el lugar de siempre, y que el piano
estaba libre si quería subir.
"Ni lo dudes, es parte del regalo”, él quería saber más
sobre ella, pero era hermética, llevaban
comiendo juntos más de dos meses, él se sentaba a la hora de su descanso en la
mesa 13 y ella simplemente se quedaba callada, escuchándolo hablar de
música de libros, de viajes de
política de vez en cuando asentía o
simplemente discordaba, pero después de un "no me parece tan así pero cada uno tiene sus gustos" volvía a
callarse, raramente miraba el piano, si no era cuando subía a tocarlo, él podía
sentirla mirándolo mientras sus manos se
deslizaban entre las cuerdas de la guitarra, creyó que podía enamorarse, pensó
que tal vez ella también podría, pero tenía miedo, parecía que la historia que
la había vuelto así era complicada, y
muy dolorosa, y él no quería salir lastimado.
-Llegas temprano, le dijo mientras entraba a la terraza
-Tú eres el que llego temprano, sueles llegar con el resto
cerca de las 20:00hs
-Mmmm conoces bien mi horario, pensé que no le ponías atención
a la gente que no conocías.
-Ya nos conocemos o no? pregunto ella mientras bajaba su
cartera y una carpeta sobre la mesa numero 13
-Puedo jurar que te he contado más cosas a ti que a cualquier
otra persona que conozca pero pareces
psicoanalista, casi no dices nada solo escuchas, y yo siento que no se anda de
ti.
Ella se acercó y le dio un beso en la mejilla y luego le susurró
al oído- Eso también es parte de tu regalo.
Un escalofrió le recorrió el cuerpo, no sabía que pensar,
como reaccionar, se quedó petrificado, solo la voz del mozo lo saco de su
estado.
-Interrumpo algo
-No no te preocupes, solo tráeme lo de siempre y hoy tengo
mucha hambre tal vez tenga que ser doble.
El mozo sonrió, los miro a los dos, con cara de pícaro, el
seguía estuporoso, ella lo miro y paso su mano frente a sus ojos.
-Baja de la nube que te pasa
-No nada, solo me sorprendiste; y como cambiando de tema le
dijo- y mi regalo donde está , que es un auto, una casa , otra guitarra.
-Mmmmm creo que no, dijo ella mientras tomaba la carpe
gruesa que estaba encima de la mesa, -es esto
La gente empezó a llegar, el resto de la banda la saludo,
mientras el pasaba sus ojos por la primera página, en la que decía:
"Te debo muchas cosas, nunca fui de las personas que
piden ayuda, pensé siempre que era fuerte, y que podría superar todo sola, pero
no fue así, me rescataste te debo mucho y me es imposible devolverte lo que me
has dado, puedo sonreír de nuevo, puedo tocar el piano, volví a ser feliz; sé
que tenes muchas preguntas, casi todas las respuestas están en esta carpeta,
son las páginas de mi diario, las imprimí para que leyeras todo, hice un
resumen de los años anteriores pero te deje el último año y medio tal cual lo escribí,
no sé cómo decirte lo especial que te has vuelto en mi vida, y no creo que nada
material que pueda comprar alcance para recompensarte, gracias de nuevo una y
mil veces
Azul
PS: Te escribí una canción, la voy a tocar más tarde gracias
de nuevo, después de leer todo las próximas veces que cenemos te prometo ir
respondiendo tus dudas de a poco”
El la miro, ella se ruborizo, bajo los ojos como para no ver
los de él, él le levanto la mejilla y sin pensarlo le dio un profundo beso en
los labios
Azul(clave de sol)
Casi parece un Cliché que ella se llamara así, pero la
verdad es que su madre una maestra de escuela viuda joven que nunca se volvió a
casar, extrañaba tanto a su único amor que solo quería que su hija la que nunca
conoció a su padre porque este falleció cuando su mujer tenía 8 meses de
embarazo en un accidente de auto , tuviera los mismas ojos azules del mismo,
cuando la niña nació y con los días sus ojos seguían marrones su madre cambio
la idea que tenia de nombrarla como su bisabuela y le puso Azul, para ella
aquella historia aparte de trágica era patética, odiaba que su madre la contara
como la gran historia de amor. Fue al mejor colegio que había en la ciudad,
rodeada de gente poderosa y con mucho dinero, ya que su madre enseñaba allí, lo
conoció a "él" como lo nombraba, el primer día que piso el jardín de
infantes y desde ese día no se separaron, lo conocía tanto que podía saber
hasta cuando le mentía antes ni que él se diera cuenta que estaba por hacerlo,
Lucas era impredecible, alegre, espontaneo hacia que ella siempre sonriera y la
colmaba de regalos, tenía la loca idea que iba a estudiar música cuando
terminara el colegio, pero la verdad es que su familia esperaba de él que fuera
un gran abogado, nunca vieron con buenos ojos la relación con Azul ya que ella
no tenía relaciones ni dinero, pero la niña era tan agradable que no podían
ponerle muchas objeciones sin parecer realmente snobs, al llegar la época de ir
a la universidad Azul opto por ir a bellas artes , dibujaba y pintaba desde muy
niña y no le fue difícil encontrar trabajo como profesora en el mismo colegio
del que salió, la música había sido algo que ella y Lucas compartían, tanto que
él le exigió a sus padres que la profesora de piano le diera clases a ella también
osino el no estudiaría, Lucas sucumbió a
las exigencias de sus padres y la facultad de derecho le tomaba tiempo más con
su pasantía por la firma de su padre, él y Azul pasaban cada vez menos tiempo
libre y eran pocos los que no lo hacían en compañía de los nuevos amigos con
sofisticados apellidos de Lucas.
Esa noche en particular el había buscado un sitio nuevo y
lindo sabía que a ella le gustaría, abría música, nadie que el conociera estaría
allí y la conversación que tenían pendiente de casi 15 días atrás cuando el por
fin decidió mencionarle que se iba a
seguir estudiando a EEUU , seria
suavizada con ese lugar, Pero aunque llena de esperanzas Azul en el
fondo sabía que eso terminaría así, que el le daría esa noche un regalo , que
le prometería no olvidarla, escribirle , contactarse, que sería encantador como
siempre pero que apenas estuviera asentado todo eso se olvidaría.
Nada fue muy diferente a lo que ella esperaba, las cartas,
los mail , las llamadas iba disminuyendo y después de un mes casi ni existían ,
llamo para su cumpleaños, y después silencio, entonces ella empezó a frecuentar
aquel lugar, se sentaba siempre en la misma mesa , pensando en toda la vida que
se había imaginado junto a él , de lo fácil que le fue olvidarla, y ella ahí
como una Penélope desprotegida, pero una noche
la tomaron desconcentrada con la guardia baja, no quería discutir, y
menos cuando escucho que se había dado cuenta lo del piano, cuando la invito a
subir, y aun más cuando le dijo que no la dejaría sola en ese momento, la
desconfianza de ser un desconocido se fue diluyendo .
Miles , era simpático , agradable, escucharlo hablar tanto
de sus viajes, de sus novias y sobre todo de la ridícula historia de cómo sus padres le pusieron
el nombre, la hacía sentir menos insegura sobre las cosas que decía la suya . Solía arreglar su largo cabello castaño de más
cuando sabía que comería con él, sus pestañas empezaron inconscientemente a
moverse cada vez que el tocaba y ella lo miraba, su figura desgarbada, empezó a
tener un poco más de curvas con todo lo que él le exigía que comiera y así las
cosas de apoco fueron siendo más llevaderas y la idea que Lucas regresara ya no
era algo imprescindible.
Miles(Clave de sol)
Miles era de esas personas que la mayoría considera excéntricas,
vivió toda su vida de un lado a otro, sus padres trabajaban de contratistas de
una multinacional que construía caminos y el había generado una habilidad innata
para llevarse bien con todo el mundo pero nunca echar raíces en un lugar, la música
fue siempre parte importante de su vida, su madre estaba obsesionada con que el
aprendiera a tocar algún instrumento, la guitarra parecía lo más fácil de
movilizar aparte quien no quiere ser guitarrista de una banda de Rock and Roll,
eso pensaba en su adolescencia, de apoco , como sin darse del todo cuenta el
Blues y el Jazz se apoderaron de todas sus notas, recorrió muchas ciudades,
llego a tocas en New Orleans en Paris y New York, pero había algo en esa ciudad
tan pueblerina, tan fácil de vivir en ella, con gente tan agradable , donde había
hecho los únicos verdaderos amigos en sus últimos años de secundaria, que luego
de vagabundear por el mundo volvió a ella. Solía mirar al Rio que lo había
cautivado y pensar que el mar era hermoso, pero nada se comparaba con ver
correr un Rio, no le fue muy difícil conseguir trabajo, y menos con su curriculum,
la mayoría pensaba que lo del nombre era solo de fantasía, pero la pregunta más
insistente era porque llevaba los dos antebrazos tatuados con pentagramas sin
notas, el solía sonreírles abiertamente, sus dientes perfectos se alineaban en
una cálida sonrisa que no dejaba ver muy a menudo, subía una de sus negras y subidas
cejas y con esos profundo y negros ojos
moviendo la cabeza con un gesto de negación , simplemente respondía -
Estoy esperando las notas perfectas para ponerlas ahí.
Sentimentalmente nunca podía encontrar alguien que realmente
lograra estimularlo, salió con miles de mujeres en los diferentes países en los
que vivía por lo general con artistas, escultoras, pintoras, o profesoras de
yoga, llego a salir con la hija de un embajador que solo pretendía que su padre
la dejara en paz y lo uso de escusa.
Pero esa noche en la terraza, esos ojos marrones hundidos en
el infinito y oscuro horizonte, esos dedos largos y blancos que bailaban inconscientes
al ritmo de la música y esas lagrimas que de vez en cuando caía por sus
mejilla, la cabellera larga y castaña, tan pero tan diferente su estampa a lo
que fue, esa primera noche que la vio, ese resplandor , esa felicidad que
irradiaba, esa falta de mesura para saborear la vida, esa forma de verlo a él
sentado al piano y sonreír como colegiala, no fue difícil entender por qué se
sentaba callada siempre en el mismo lugar siempre con los ojos perdidos ,
siempre triste y despojada de lo que fue, tal vez fue eso, tal vez fue su
belleza discreta , o sus manos que parecían compartir su amor por la música o simplemente la posibilidad de probarse a el
mismo que podía llegar a ella destrozada y todo como se la veía, lo que hizo
que esa noche le hablara por primera vez y desde allí todo fue diferente
Y con la "clave de
sol" sobre la mesa viendo como ella se alejaba sin mirar para atrás, por
fin entendió como se siente ser parte de una canción del blues.
-No así no, prefiero verte blue, eres más tú
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