De mis letras a la realidad y viceversa

El fin de semana me paso algo realmente surreal,aparte de la imagen que tengo en la cabeza de lo que paso y el eterno agradecimiento a los participantes por comportarse con altura y madures sin hacer alusiones a eventos del pasado que ya fueron superados hace siglos, la verdad es que la conversación  las personas parecían salidas de algo que yo escribí hace muchos años, esa es la parte surreal de todo, me veía a mi misma siendo parte de un cuento que hace años atrás había escrito, ahí estaba yo siendo Julieta Guianelli, y pase de hacer las paces con mi pasado no solo en papel sino en realidad, se siente tan bien poder recuperar cosas que uno no hacia por una estúpida vergüenza de lo que ciertas personas podrían decir; este fin de semana deje de lado el miedo y el evento se pareció mucho a lo que había escrito, mucho por que eso era lo que hace años tenia ganas de poder hacer sin inhibiciones , en gran parte por que por fin el resto se comporto como yo me imagine tiempo atrás que tendría que haberse comportado y me permitió ser yo misma sin el recordatorio constante de cosas que por supuesto no me arrepiento de haberlas echo, por que hicieron parte de lo que yo soy hoy, sino por que en general fue complicado y en particular un peso para alguien que no tenia por que llevarlo acuestas.
Estoy contenta, en realidad es como si pudiera tildar de mi lista imaginaria de cosas pendientes un iten, "libro escrito tildado, árbol plantado tildado......" es impresionante como mis deseos escritos hace años, volcados a los personajes de aquel cuento van tomando forma como si la ficción se apoderara de apoco de la realidad, o es simplemente que mis personajes al estar basados en personas reales, solo me demuestran a la larga que tengo razón y ellos son tan buenos como los personajes que inspiran.
Ahora solo falta esperar que el único de los personajes de aquel cuento que no estaba basado en nadie, salte de repente de mis letras para convertirse en carne y huesos de ambulantes, mas que un golem, menos que un ángel, simplemente esa persona que Julieta esperaba sin saberlo y apareció sin que ella se diera cuenta.