Creía que el arrullo de la lluvia era mágico
que sus brazos sanaban mi insomnio
y sus besos curaban las heridas.
Creí que sus ojos eran verdaderos
sus labios sinceros
y sus manos el perfecto refugio de las mías.
Hoy escucho el mar cantándome
y la lluvia hablando
al unisono y armoniosos
trayendo sabiduría de otros tiempo
Y se que perdí la fe en él
en todo lo que representaba
pero aun me queda la luna, el mar
la playa y la lluvia
inspirandome a escribir versos
por mas que el amor ya no nos una.
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